Asumimos la vida como misión de servicio; transformando los sueños en realidad.
YO HE VENIDO PARA QUE TENGAN VIDA, Y PARA QUE LA TENGAN EN ABUNDANCIA.
Juan 10,10
La Familia Maryknoll: sacerdotes, hermanos, hermanas, misioneros laicos/laicas y afiliados/afiliadas viven su espiritualidad desde el carisma de los fundadores: James Anthony Walsh, Thomas Frederick Price y Mary Josephine Rogers.
Los afiliados y afiliadas son personas de oración comprometidos a formarse continuamente en su espiritualidad misionera desde la tensión creativa entre el “ser” y el “hacer".
FUNDADORES DEL MOVIMIENTO DE AFILIADOS/AFILIADAS MARYKNOLL
Padre Jim Madden, MM ( )
Hermana Ellen McDonald, MM
”Sinceramente puedo decir que disfruté en estos cincuenta años, cada misión a la que fui asignado, como misionero Maryknoll”. Padre Jim Madden.
“Mi sueño para todos/todas los/las Maryknollers es que continuemos animando y promocionando la presencia de misioneros dentro y alrededor del mundo”. Ellen McDonald.
NUESTRA HISTORIA
En el año 2007, Sister Connie Pospisil, MM, nos visita y nos da a conocer el Movimiento de Afiliados y Afiliadas, como una expresión más de la Familia Maryknoll. Al año siguiente el Padre Thomas Göekler ( ), MM, nos visita y nos cuestiona diciendo: “Ustedes viven la espiritualidad Maryknoll, tienen que formar un Capítulo de Afiliadas Maryknoll”.
MARYKNOLL
¿Quiénes conformamos el Capítulo de Afiliados Maryknoll de Guatemala?
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Graduadas y personas vinculadas al Colegio Monte María, fundado en 1953 por la Congregación Maryknoll en la ciudad de Guatemala.
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Personas allegadas al proyecto Caminando por la Paz, fundado en marzo de 2008 por el Padre Thomas Göekler, MM; en la zona 18 de la ciudad de Guatemala.
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Amigos vinculados a la Familia Maryknoll que radican en distintas regiones de Guatemala: Steve Barret (Quetzaltenango), Sister Connie Pospisil, MM (Lemoa, El Quiché), Sister Bernice Kita, MM (Chajul, El Quiché), Nelso Gramajo (Coatepeque), Astrid Castañeda y Elisa Pinzón, Leslie Vogel (ciudad de Guatemala), entre otros.
Estas valientes mujeres han llegado de otras regiones, de otros países y de otros proyectos misioneros para iniciar nuevas misiones. Los esfuerzos han sido grandes al tener que detectar necesidades, buscar fondos, identificar lugares para los proyectos y formar personas para sus equipos de trabajos.